24 de julio de 2010

VIOLENCIA ESCOLAR

LINER MOSQUERA
EDWARD JOHAN LUCUMI ALVAREZ
ENSAYO: VIOLENCIA ESCOLAR
Colombia vive una oleada de violencia, en medio de las conversaciones que en el momento propenden por la paz. El fenómeno de violencia con actores como la guerrilla, el narcotráfico, la delincuencia común, paramilitarismo y el estado sumen al país en un caos social al cual lo acompañan factores como la pobreza y el desempleo que hacen que muchos hogares no tengan como resolver las necesidades básicas de la subsistencia como techo, alimento, Salud, vestido, educación, trabajo recreación sana. Esta carga de violencia llega a millones de hogares, con su cuota diaria de muerte atreves de los medios de información, en donde se reproducen cuadros de esta oleada de muerte.
El colegio donde laboramos es una institución donde se vive a diario, la violencia escolar. Un día estamos en clase y un estudiante de grado sexto le pego dos puños a uno de octavo y el afectado cogió una navaja y lo apuñalo en el brazo, en otra ocasión descubrimos otros consumiendo sustancias psicoactivas dentro de la institución, estos estudiantes recibieron los castigos convenientes según el manual de convivencia, pero, ¿estará aquí verdaderamente la solución? El alto índice de agresividad física y verbal que conllevan a problemas de comportamiento por parte de los estudiantes de muchas instituciones del país, donde los adolecentes connotan una alta dosis de pérdida de valores, desconocimientos de los derechos humanos; situaciones estas que se traducen en falta de solidaridad irrespeto, enfrentamientos personales y de grupo que contribuyen al desmejoramiento de la calidad educativa, el rendimiento académico ,la formación de valores y la convivencia humana propia de jóvenes y adolecentes que adelantan un proceso de formación integral para ser personas útiles y proyectadas socialmente en sus comunidades, con capacidad de liderazgo y autonomía para transformar la realidad social, familiar y escolar en beneficio de la convivencia participativa.
Por esto es indispensable una verdadera formación en valores, que haga ver al individuo como parte importante de la sociedad, propiciándoles espacios para el desarrollo de la personalidad, la inteligencia, la cultura y todas aquellas manifestaciones que conlleven a formarse como ciudadano de bien.

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